El caballo de Troya de Hermès se llama PETA y no tienen ningún reparo en ocultarlo. Hace unos días se hacía público el hecho de que la organización en defensa de los animales comprará el 1% de las acciones de la firma de lujo francesa para frenar, desde la junta directiva, el uso de pieles de animales exóticos. Esto se suma a la polémica protagonizada por la cantante Jane Birkin, quien inspiró el emblemático modelo de bolso Birkin de la casa. Y es que resulta que la cantante se entera ahora de que la piel de cocodrilo que se emplea para este modelo es de cocodrilo de verdad. ¿Ahora? ¿En serio? Y, ¿cómo justifica el hecho de que algunos Birkin pasaran de las cinco cifras en su precio?

Jane exige que retiren su nombre del bolso porque está en contra de que usen la piel del animal, pidiendo que "rebauticen" el modelo con otro nombre. Todo estalla a raíz de un vídeo que rescata PETA, en el que se muestra cómo se cría a los cocodrilos, cuyas pieles van a ser usadas para los bolsos de la maison francesa.

Y es ahora cuando les pregunto a la gente de PETA: ¿son todos ustedes veganos? ¿No tendrán por casualidad imágenes de las granjas en las que se vea que las vaquiñas que algunos de ustedes consumen tampoco es que vivan de lujo?

Jane Birkin, musa de tantas marcas, que se ha estado alimentado en parte gracias a Hermès durante una temporada, aprovechándose del éxito de la casa, luciendo sus bolsos, está indignada y su preocupación ahora son estos caimanes. Que, después de tantas décadas el Birkin se confeccionara con esta piel -entre otras-, reaparezca ahora la diva pidiendo a gritos que le quiten su nombre al accesorio podría tener una de estas dos explicaciones: que necesita estar en el "candelabro" o que es tonta de remate y no se pispa de nada. No lee revistas de moda, no entra a las tiendas de Hermès, no acude a eventos de moda… ¡nada de nada! Le pusieron su nombre al bolso, Jane lo llevó un par de veces, y después permaneció encerrada en una ermita protestante en el norte de Irlanda alejada de todo medio de comunicación y contacto con el exterior. ¡Pobre Jane!

Y, ¿la tragedia de las fashion victims por cambiarle el nombre a SU bolso? Sí, sí, SU, EL bolso, no es uno cualquier, es EL Birkin; que para los deMujeres y Hombres y Viceversa es Virgin de virgen. Para la Leti Sabater también.

Con sinceridad, no me preocupan ni lo más mínimo los cocodrilos. Lo siento. No es mi área ni tampoco mi pasión. Sin ánimos de defender la violencia, que no voy por ahí, me centro en otros asuntos, no más relevantes claro, que los relacionados con el guarro extremeño, el cochino segoviano, el cerdo vasco, la abeja asturleonesa o la madre del cordero. ¡Y qué cerdos tenemos! Ay… ¡y lo bien que se comen en el José María de Segovia y con su vino Carraovejas! Apuesto lo que sea a que los del PETA ese no han comido en Segovia un buen cochinillo. En cualquier caso, me preocupan más todas esas posibles vidas que no llegaron a nacer gracias a que el aborto es algo relativamente legal y está bien visto. Me importan todas esas vidas potenciales que se gestan y que "interrumpe voluntariamente" tanto ecologista hipócrita. ¿No hay, acaso, imágenes suficientes para comprobar que un feto de cuatro semanas es persona y tiene una apariencia como esta?

Amigos ecologistas: prohibidas las carteras y los cinturones de cuero, los choricitos de las barbacoas de este verano, las chuletitas que se hacen al horno, el jamoncito que acompañan con vino, el pavo braseado de la sección de fríos del super, la paella con marisco y otras tantas sustancias que ingiere, fruto del pecado de la gula. Dejen de joder, dormirán mejor por las noches, invertirán mejor su tiempo
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